jueves, 30 de septiembre de 2010

Como vivir la era tecnológica y no morir en el intento...

 
Hace mas o menos como una semana mi maestra de Formación Humana, nos recomendó un libro llamado "Un Mundo Feliz" de Aldous Huxley contandonos más o menos cual era la trama de la historia; como soy una fanática de los libros, en seguida fui a buscar, lo compre y lo leí, y el tema que quiero tratar viene presisamente de una idea que ese libro puso en mi cabeza, una idea dispuesta a modelarse, y que aunque pareciera tedioso, nos compete a todos y cada uno de nosotros, y es realmente interesante. 

"Un mundo feliz" nos plantea una sociedad futurista que vive una verdadera utopía tecnológica, como el título lo dice, la tecnología y la programación ha hecho posible al fin la felicidad completa para todos los habitantes del mundo, pues cada ser humano es programado desde su genética antes de nacer y después de nacer condicionado para ser feliz en la clase social a la que pertence además de un feliz consumidor, el panorama se muestra interesante, posible e incluso deseable, hasta que nos damos cuenta del verdadero trasfondo de esta aparente felicidad, porque en esta utopía tecnológica, el ser humano a perdido por completo su humanidad.

Entonces termino el libro, levanto la vista, y me veo a mi misma cargando en el hombro una laptop, en mi mochila mi celular, mi calculadora, mis audifonos, no muy lejos escucho el ruido de las copiadoras, de una impresora funcionando, una muchacha pasa frente a mi hablando por celular, un tanto cerca hay un grupo de muchachos platicando acerca de los nuevos videojuegos y la consola mas reciente, veo a los autos pasando ahí en la uni; llego a casa y ahí está el timbre dispuesto a que lo toquen, entro y las lámparas, el microondas,  mamá cocina en la estufa, la lavadora y el lavavajillas estan cantando sus notas mecánicas, y todo, absolutamente todo esta impregnado de ese olor que tiene la tecnología.

Actualmente, vivimos en una época en la que la mentalidad tecnológica predomina, el hombre tiene una sed insaciable de nuevos aparatos, nuevos conocimientos aplicables, estos avances se comen al mundo y nosotros encantados de ser su alimento.
 
Vivímos en una época de debilidad ética, moral y espiritual en la que lo que los valores estan cambiando, antes importaba más el valor moral de la persona, ahora la persona como tal incluso se ha perdido, y su valor radica en su eficacia, es decir su utilidad. 
Incluso en el mundo laboral el ser humano se ha convertido nada mas que en un recurso más, recursos financieros, recursos naturales y ahora "recursos humanos"; nosotros mismos hemos permitido que se pierda nuestra condición humana para pasar a ser objetos, y como objetos al perder nuestro valor de utilidad, o cuando no funcionamos como pieza de la gran máquina, somos 100% sustituibles, es decir nos convertimos en engranes que funcionan para que el reloj gigante siga trabajando.

Ciertamente la tecnología nos ha ayudado, pero estamos pagando un precio enorme por ella, nuestra propia humanidad.  Y por su puesto que yo soy una ferviente seguidora del avance tecnológico, por lo tanto tengo claro que no es en sí la tecnología la que genera problema, en realidad es la mentalidad de la gente que hace uso de la misma, esta mentalidad tecnologista, lleva a que todo sea juzgado y valorado de acuerdo a la manera como funciona la tecnología, conduce a que se pierda el sentido de los fines, a partir de la perversión de los medios, con esto quiero decir que si el fin primordial de la tencología era hacer mas "cómoda" la vida del ser humano, éste se ha perdido, dando lugar a que el simple desarrollo tecnológico por el hecho de "avanzar" mute para convertirse en el fin primordial. Y la utopía tecnológica se presenta entonces como el gran horizonte a partir del cual todo se reordena, cometiendo ahí otro grave error, puesto que la tecnología se desarrolla ante las necesidades de una cultura humana, por lo tanto la tecnología no reordena la cultura, sino que el ser humano dada su cultura ordena y reordena a la tecnología. 
Dadas todas estas cuestiones tenemos ya el mundo un tanto polarizado, los que están a favor de los desarrollos tecnológicos y los progresos denominados Tecnofílicos, y por otro lado los que estan en contra de la tecnología por los problemas que esta nos genera (como las nuevas armas de destrucción masiva, la pérdida de invidividualidad, las enfermedades nuevas, los mounstruos de la genética, los alimentos antinaturales, etc.) llamados Tecnofóbicos.

Sea como sea, tenemos la revolución tecnológica encima, no podemos frenarla, y ciertamente no parece que exista una vuelta hacia atrás, por lo tanto solo nos queda analizar objetivamente, darnos cuenta que como humanos somos dueños de la tecnología, nosotros ordenamos y no ella, y plantearnos la cuestion de si es "correcto", por así decirlo, renunciar a nuestra humanidad y nuestra individualidad en la busqueda de la perfección, o en la busqueda de la cada vez más absoluta comodidad, es decir está bien que se siga desarrollando la tecnología, que encontremos nuevas cosas útiles, pero que tomemos conciencia, rescatemos nuestra humanidad, a la ética, a los valores humanos y sobre todo a las emociones, que son lo que nos hace humanos además del razonamiento lógico.

Hay que evolucionar como sociedad, como individuos, como seres lógicos, sin olvidar nuestra esencia, hay que evolucionar, sin dejar de trascender.


 
 
Escuchando: Flash Delirium - MGMT
Libro Recomendado: "Un mundo feliz" de Aldous Huxley

1 comentario:

  1. Lee la segunda parte: Vuelta al mundo feliz, que es una "visión" menos tecnológica pero más reflexiva de Aldox, saludos, desde la Ataraxia, que según Einstein es imposible.

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